CUENTO: LA VECINA NUEVA
Martina era una niña a la que le gustaban mucho los animales, y por eso en su cumpleaños a veces solían regalarle algún animalito doméstico para que cuidara, tenía tres gatos, un perro, una pececilla dorada y un hámster, Como tenía una casa grande, los gatos y perros siempre estaban en el jardín, pero su habitación la compartía con el hámster que se llamaba Alberto y una pececilla dorada que se llamaba Pepa.
Un día Martina con una
sonrisa de oreja a oreja, trajo una pequeña caja y la colocó junto a la pequeña
jaulita de Alberto, que se alegró pensando en que por fin le habían traído un
compañero de juegos. Ya estaba cansado de jugar solo en su rueda... Pero cual
fue su sorpresa al darse cuenta de que lo que había dentro de la caja no era un
hámster, sino... una araña. Al verla la pequeña pez lanzó un grito que se pudo
percibir sólo por las burbujas que dejó salir silenciosas de su boca, y Alberto
apenas vio asomar sus patas peludas, se metió asustado y tembloroso dentro de
su bola de periódicos y revistas viejas.
Pasaron dos días y ni
Alberto el hámster, ni Pepa la pececilla, dirigían su mirada a la pequeña
cajita transparente donde vivía la araña, por miedo a que los atacara y picara.
De repente la araña salió temerosa y lentamente se puso a mordisquear unas
hojitas tiernas que le había puesto Martina… -¡¡Que extraño!! -exclamaron los
pequeños animalitos- ¡¡una araña comiendo hojas!!
Entonces Alberto tímidamente se atrevió a preguntar: -¿es que acaso no
sueles comer animales pequeños como Pepa o yo?
La araña los miró con sus
cuatro ojitos temerosos y les contesto esbozando una ligera sonrisa… -No, yo soy
una araña vegetariana. -¡Vaya sorpresa!, ¿pero no todas las arañas son
carnívoras? -Le preguntaron-. -¡Pues no! algunas nos alimentamos de hojas
verdes, como yo… -¿Y tú?, -le preguntó a Pepa-, ¿no te alimentas de insectos y
arañas parecidas a mi…? -¿Insectos?, ¿Arañas?- JAJAJA rió la pececilla… -la
verdad es que no sabría decirte si otros peces lo hacen, pero yo con el
alimento que me da Martina por las mañanas, me es suficiente para mantener mi
dorada barriguita contenta, respondió.-¿Y tú…? ¿Tú si comes arañas o
animalillos parecidos a mi?, pregunto a Alberto, que entre la graciosa pregunta
y el enorme trozo de zanahoria que se había metido a la boca, casi se ahoga de
la risa… -¿Pero de donde sacas esas ideas? Le preguntó a la pequeña arácnida… -
Pues eso es lo que recuerdo que me contaron las amigas de unas primas, que
vivían debajo de una piedra, al lado del árbol donde nací… Aunque a decir
verdad… yo nunca había visto ni peces dorados, ni ratones cachetones… -Dirás
“Hamsters” -puntualizó Alberto-.
-Pues vaya que teníamos ideas de unos y otras muy
distintas de la realidad… se alegraron los pequeños animalitos. Y esa misma
noche hicieron una gran fiesta para celebrar la llegada de Juliana, que era
como se llamaba la nueva vecina.
Momento de discusión e interpretación del cuento:
01.¿Cual es la intención del
cuento?
La
intención es solo cuenta una historia corta, fictícia
o no.
02.¿Ustedes también piensan que debemos conocer primer las
personas, para después hablar algo más concreto?
Respuesta personal.
03.¿Que pensarían ustedes en el lugar de los animales de Martina?
Respuesta personal.
03. ¿Cual fue la mayor sorpresa de los animalitos?
-¡¡Que
extraño!! -exclamaron los pequeños animalitos- ¡¡una araña comiendo hojas!!
04. Ahora reúnan en parejas para cuestionar y luego procurar
las palabras que no comprendieron el significado. Los diccionarios o en
internet estarán disponibles.
Respuesta en su cuaderno.
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