HOMENAJE: EN LA DESPEDIDA DE ANTONIO FERRES

La piqueta se ambienta en el mundo de las chabolas que surgieron en el
Madrid de los años cincuenta originado por la pobreza y el éxodo rural. Entre
Usera y Orcasitas, asistimos a la historia de una pobre familia a la que se ha
comunicado que en el plazo de quince días se va a demoler con piqueta la
chabola en la que viven. Los personajes que deambulan por la novela, víctimas
de la guerra y del sistema, entre moscas y ratas, nos muestran la pobreza, el
desamparo social, la opresión, la soledad, la insatisfacción, el analfabetismo
o el machismo, tan característicos de la sociedad española de entonces. Todo se
relata con un estilo transparente, fluido, que recuerda lo mejor de la
tradición del realismo español, desde Baroja a Sender o Max Aub.
El fragmento pertenece al principio de la novela, el capítulo III de la primera
parte, y retrata muy bien una problemática que aún sigue de actualidad más de
sesenta años después: los desahucios, la emigración, la injusticia.
La tierra aparecía
seca, con grietas pequeñas, amarillenta por la parte en que daba el sol. Se
notaba que venía el verano. Al llegar a los cardos, delante de las chabolas
recién blanqueadas, Maruja se cambió la cántara de mano. Tenía la mirada
perdida en el campo. Se quedaba con el pensamiento suspendido, sin escuchar
nada. Le daba vueltas y más vueltas a lo que había ocurrido el domingo por la
tarde con aquel chico. Su madre le miró
desde la puerta, y le gritó: —Estás como tonta.
No sé qué te pasa. La muchacha
siguió, con la cántara vacía, hacia la fuente. El campo brillaba con la
mañana de primavera. Era esa mezcla de campo y de pueblo; el descampao revuelto
de casuchas. Las posibles calles caían en cuestas suaves. Las paredes
parecían más rojas o más blancas a la luz del día; algunas enseñaban los
agujeros de sus ladrillos huecos, las celdillas, porque no estaban revocadas
y parecían panales de miel, colmenas abiertas. Una casa tenía una tela
metálica delante de la ventana y los vecinos habían dejado a un gatillo preso
entre el cristal y los alambres. Se oían los maullidos del gato pequeño;
lloraba como un niño chico. En la fuente había muchas moscas y las avispas
zumbaban alrededor de los charcos y los regueros de agua. Se oía gran
algarabía. Una mujer que estaba en el centro del corro de gente que rodeaba
el caño, no paraba de hablar. —¿Qué pasa? —le
preguntó Maruja a la última. —No sé. Dicen que
van a tirar las chabolas que han hecho las últimas, que no quieren que venga
más gente de los pueblos. Maruja la miró
para ver qué debía contestar. Pensó que la mujer hablaba como las que eran
de Madrid. No sabía. —Mi padre se ha
venido aquí para buscar trabajo, en el pueblo sólo se trabaja cuando la
recolección, por la aceituna —dijo Maruja. —Algunos dicen que
los de los pueblos habéis llegao a comernos el pan —dijo la mujer.
Era alta, huesuda y estaba despeinada. Maruja calló.
Estuvo esperando su turno. Se puso a pensar en el próximo domingo, en el
chico que tenía la cicatriz debajo de la mejilla. Se sentó en el suelo, en un
espacio que estaba seco, junto a la cántara vacía. Por el cielo
venían las nubes manchadas de luz. Corrían por el azul firmamento de la
primavera. Se fue la muchacha cambiando de sitio, conforme avanzaba la fila
de mujeres. Tres chicos pequeños se pusieron a jugar en el barro, con los
pies descalzos en el agua. En el corrillo que había en torno a la fuente, las
vecinas seguían conversando. |
Después de La
piqueta, varias de sus novelas fueron prohibidas en España (Al regreso del
Boiras, Los vencidos) o pasaron desapercibidas para la crítica (En el
segundo hemisferio, Ocho, siete, seis), a pesar de sus méritos literarios.
Además, escribió
también poesía y cuentos. Entre estos destaco el microrrelato El caballo y
el hombre. Este segundo texto de Ferres es un sugerente cuento que nos muestra
unidos al hombre y al caballo frente a un destino cruel, en medio de un
panorama violento y desolador.
EL CABALLO Y EL
HOMBRE Tenía que hacer
larga aquella espera junto al cuerpo del caballo, en el hueco en sombra del
desierto. Luego, vendría una oscuridad brillante, un estallido de lumbre y
deseo. El caballo y el hombre en el espacio infinito donde estuvieron
siempre. |
Comprensión de texto
01. ¿A qué edad falleció
Antonio Ferres según el texto?
a. Noventa y seis años.
b. Ochenta y seis años.
c. Cien años.
d. Setenta y seis años.
02. ¿Qué consecuencia
tuvo la censura franquista y su alejamiento de los círculos oficiales para
Antonio Ferres?
a. Una
beca literaria del gobierno.
b. Grandes
ventas de sus libros.
c. Un
gran reconocimiento internacional.
d. Marginación y olvido.
03. ¿Qué novela de
Antonio Ferres lo consolidó como uno de los autores más representativos del
realismo social español?
a. La piqueta.
b. La
ciudad y los perros.
c. El
Jarama.
d. Cuentos del libro de la noche.
04. ¿En qué lugar de
Madrid de los años cincuenta se ambienta 'La piqueta'?
a. El mundo de las chabolas entre Usera y Orcasitas.
b. El
centro histórico de Madrid.
c. Barrios
de la clase alta.
d. Zonas rurales alejadas de Madrid.
05. ¿Cuáles son algunas
de las problemáticas que 'La piqueta' aún retrata con actualidad más de sesenta
años después?
a. Los desahucios, la emigración y la injusticia.
b. Los
conflictos bélicos internacionales.
c. La
riqueza y el bienestar social.
d. La
industrialización y el desarrollo tecnológico.
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